El presidente Donald Trump llegó este viernes a Texas para supervisar de primera mano las labores de rescate y apoyo a las comunidades afectadas por las históricas inundaciones que han cobrado la vida de más de 120 personas y dejado decenas de desaparecidos.
Durante una mesa redonda con autoridades estatales y locales, el mandatario republicano calificó la tragedia como “algo terrible” y aseguró que nunca había presenciado un desastre de tal magnitud. “He visto muchos huracanes, tornados, pero nada como esto”, declaró acompañado del gobernador de Texas, Greg Abbott.
Trump recorrió algunas de las zonas más devastadas en Kerrville, donde se reunió con familias damnificadas, ofreciendo mensajes de apoyo y el respaldo del gobierno federal para las labores de recuperación.
Sin embargo, el mandatario evitó pronunciarse sobre su controversial propuesta de cerrar o reestructurar la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA), clave en la atención de desastres naturales en Estados Unidos. Aunque la dependencia ya se encuentra operando en el estado, Trump señaló que “no es el momento adecuado para hablar de eso”, lo que ha reactivado el debate sobre la capacidad de los estados para enfrentar emergencias sin respaldo federal.
Mientras tanto, continúan los trabajos de búsqueda y rescate en una de las peores tragedias naturales en la historia reciente de Texas.
