Washington, 6 de junio de 2025 – La relación entre el presidente Donald Trump y el magnate tecnológico Elon Musk se ha fracturado tras un intercambio de críticas públicas este jueves, marcando el fin de una de las alianzas más influyentes de la política estadounidense. El conflicto escaló en redes sociales, con Trump insinuando la cancelación de contratos gubernamentales de Musk y el empresario acusando al presidente de aparecer en los archivos de Jeffrey Epstein, sin presentar pruebas.
El desencuentro comenzó cuando Trump expresó su decepción con Musk, afirmando que su relación, antes sólida, estaba en duda tras las críticas del multimillonario al proyecto de ley republicano sobre impuestos, recortes de gastos, energía y fronteras. Musk calificó la legislación de “abominación repugnante” por su impacto en el déficit, proyectado en 2.4 billones de dólares según la Oficina de Presupuesto del Congreso. Desde su salida como empleado especial del gobierno, donde lideró el Departamento de Eficiencia Gubernamental, Musk ha instado a reescribir o rechazar el proyecto, lo que desató la furia de Trump.
“Elon y yo teníamos una relación excelente. No sé si la seguiremos teniendo”, declaró Trump desde el Despacho Oval. Musk respondió en su plataforma X, afirmando que Trump no habría ganado las elecciones de 2024 sin su apoyo financiero y político, lo que elevó aún más la tensión. “Sin mí, Trump habría perdido la elección”, escribió Musk, añadiendo: “Qué ingratitud”.
La disputa se intensificó cuando Trump amenazó con cancelar los subsidios y contratos gubernamentales de Musk, una medida que podría afectar gravemente a empresas como Tesla y SpaceX, con implicaciones incluso para la Estación Espacial Internacional. Musk, por su parte, afirmó que el nombre de Trump aparece en los archivos de Epstein, sugiriendo que esto explicaría la falta de transparencia en dichos documentos. La Casa Blanca no ha respondido directamente a esta acusación, aunque una fuente señaló que los archivos publicados incluyen el nombre de Trump, quien no ha sido acusado de delitos relacionados con Epstein.
La secretaria de Prensa, Karoline Leavitt, calificó el episodio como “desafortunado” y atribuyó las críticas de Musk a su descontento con el proyecto de ley, que no incluyó sus políticas preferidas. Trump, por su parte, insinuó que Musk sufre un “síndrome de trastorno por Trump”, comparándolo con otros exaliados que se han vuelto hostiles tras dejar su administración. A pesar del conflicto, un sedán rojo de Tesla, comprado por Trump para apoyar a Musk, permanecía estacionado en la Casa Blanca.
El enfrentamiento tiene implicaciones significativas para el Partido Republicano, especialmente tras las donaciones de Musk, quien aportó al menos 250 millones de dólares a la campaña de Trump en 2024. Las acciones de Tesla cayeron este jueves, reflejando el impacto de la disputa. Mientras Musk ha moderado su tono, reposteando mensajes que abogan por una reconciliación, el futuro de su relación con Trump y su influencia política permanece incierto.
Imágen cortesía: El Universal
