A partir de este martes, los pasajeros en los aeropuertos de Estados Unidos ya no tendrán que quitarse los zapatos durante los controles de seguridad, según anunció Kristi Noem, secretaria del Departamento de Seguridad Nacional, que supervisa la Administración de Seguridad del Transporte (TSA). Esta medida, efectiva de inmediato en todo el país, pone fin a una norma establecida en 2006 tras un intento de atentado con una bomba oculta en un zapato en 2001.
Noem explicó que los avances tecnológicos y la evaluación de los procedimientos de seguridad han permitido a la TSA implementar esta nueva política, asegurando que los equipos en todos los aeropuertos están preparados para mantener la seguridad sin necesidad de retirar el calzado. Sin embargo, algunos viajeros podrían seguir siendo requeridos a quitarse los zapatos en caso de necesitar inspecciones adicionales.
La eliminación de esta regla no afecta los beneficios del programa TSA PreCheck, que permite a los viajeros mantener líquidos y dispositivos electrónicos en sus equipajes durante el control. Algunos aeropuertos con tecnología avanzada ya habían comenzado a permitir que los pasajeros mantuvieran sus zapatos puestos en las filas de inspección estándar, pero esta práctica no era uniforme hasta ahora.
La TSA ajusta regularmente sus procedimientos basándose en evaluaciones de amenazas en tiempo real, tecnologías disponibles y otros factores, buscando equilibrar la seguridad con la comodidad de los viajeros.
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