Washington, D.C. – Tom Homan, nominado por el presidente electo Donald Trump como el nuevo “zar de la frontera”, ha revelado detalles del ambicioso plan de deportaciones masivas que marcará la política migratoria de la próxima administración. Según Homan, el plan requerirá la disponibilidad de 100,000 camas en centros de detención de inmigrantes en todo el país, una medida que busca reforzar la capacidad operativa de las autoridades migratorias.
En declaraciones recientes, Homan explicó que el enfoque principal estará en la detención y deportación de criminales, miembros de pandillas y fugitivos con órdenes de deportación pendientes. “Nuestra prioridad será sacar de este país a quienes representan una amenaza para la seguridad pública y nacional”, afirmó. Sin embargo, organizaciones defensoras de los derechos humanos han expresado su preocupación, argumentando que el plan podría conducir a detenciones masivas indiscriminadas y violaciones de derechos.
El número de camas requeridas, que duplica la capacidad actual del sistema, pone de manifiesto la escala de la operación. Para cumplir con estas metas, Homan indicó que será necesaria una expansión significativa de los centros de detención, así como un aumento en los recursos destinados a las agencias encargadas de implementar estas políticas.
El anuncio ha generado reacciones mixtas. Por un lado, sectores conservadores aplauden la estrategia como una medida necesaria para reforzar el control migratorio. Por otro, defensores de los derechos de los inmigrantes advierten que esta política podría afectar a miles de personas que no representan una amenaza, incluyendo familias y trabajadores indocumentados con raíces en Estados Unidos.
El plan, que forma parte de las promesas de campaña de Trump, se enfrenta ahora a retos logísticos, legales y humanitarios. Mientras tanto, la nominación de Homan y la propuesta han intensificado el debate nacional sobre el rumbo de la política migratoria bajo la próxima administración.
Imágen cortesía: Euronews