Los hermanos Carlos Martín y Óscar Alejandro González-Meza, recientemente liberados del centro de detención migratorio “Alligator Alcatraz” en Florida, Estados Unidos, buscarán justicia tras haber sido sometidos a presuntos tratos inhumanos durante su estancia en el polémico centro. Sus familiares anunciaron que interpondrán una denuncia formal por las condiciones de su reclusión.
La titular del Instituto de Mexicanas y Mexicanos en el Exterior (IMME), Tatiana Clouthier, confirmó que los hermanos ya se encuentran en territorio mexicano tras ser repatriados el pasado 27 de julio junto a otros 35 connacionales. “Hay todo un proceso que la familia quiere iniciar. Eso es algo que la familia tendrá que dictar”, indicó Clouthier en declaraciones a medios.
Aunque Clouthier aclaró que el seguimiento legal corresponde a la red consular, encabezada por Vanessa Calva Ruiz, directora general de Protección Consular y Planeación Estratégica de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), subrayó que el caso ya está siendo atendido desde las instancias correspondientes.
Carlos y Óscar fueron detenidos a pesar de contar con estatus legal en EE.UU., luego de una infracción menor de tránsito. Sin acceso a defensa legal ni contacto con autoridades consulares, fueron trasladados al centro ubicado en la reserva de los Everglades, una instalación de alta seguridad inaugurada durante la administración del expresidente Donald Trump y señalada en múltiples ocasiones por sus condiciones extremas.
Durante su detención, los hermanos permanecieron encadenados de pies y manos incluso durante las comidas, y fueron tratados “como animales”, según denunció su padre, Martín González.
El caso ha generado indignación y reabre el debate sobre los estándares en los centros de detención migratoria en EE.UU., especialmente en aquellos con antecedentes de violaciones a derechos humanos. La familia busca ahora sentar un precedente y exigir justicia para evitar que otros migrantes vivan situaciones similares.