Tras cinco años de indagatorias, el Instituto Nacional Electoral (INE) determinó que no existen pruebas que acrediten un financiamiento paralelo a favor de Morena con el dinero en efectivo que Pío López Obrador, hermano del expresidente Andrés Manuel López Obrador, recibió de David León, exfuncionario del gobierno de Chiapas.
El caso surgió en 2020, cuando se difundió un video en el que Pío López Obrador aparece recibiendo fajos de dinero de León, lo que dio inicio a una investigación sobre el posible uso de esos recursos en actividades políticas del partido entre 2015 y 2018.
Según el proyecto aprobado por el INE, “no se encontró un nexo causal entre las supuestas aportaciones en efectivo y un posible beneficio para Morena”. La revisión incluyó movimientos bancarios, registros fiscales y contables, así como peritajes sobre el material audiovisual; sin embargo, no se obtuvo evidencia concluyente sobre el origen, destino ni carácter partidista del dinero.
La consejera Carla Humphrey, presidenta de la Comisión de Fiscalización, explicó que “no hay rastro bancario, no hay registro contable, no hay comprobación fiscal que permita transformar ese indicio en certeza”. Por su parte, el consejero Jaime Rivera señaló que, aunque los videos muestran un intercambio de dinero, no fue posible comprobar legalmente su uso en procesos electorales.
La resolución generó opiniones encontradas. Ernesto Prieto, representante de Morena, defendió la decisión: “No es un fallo político, sino jurídico. No podemos convertir la sospecha en condena ni el debate mediático en sentencia”. En contraste, Víctor Hugo Sondón, representante del PAN, acusó que los videos evidencian un esquema de financiamiento ilícito oculto por el partido.
Con esta resolución, el INE cerró el expediente sin acreditar que existiera financiamiento paralelo a favor de Morena.