Por primera vez desde el inicio del cierre del Gobierno federal, miles de empleados públicos estadounidenses dejaron de recibir su nómina este viernes 24 de octubre, agravando la tensión política y social que vive el país ante el bloqueo presupuestario en el Congreso.
De acuerdo con el calendario de pagos federal, unos 730 mil trabajadores esenciales —entre ellos personal de seguridad nacional y controladores aéreos— debían cobrar los días trabajados entre el 5 y el 18 de octubre, pero el estancamiento político en el Senado impidió la liberación de fondos.
El director del Consejo Económico Nacional, Kevin Hassett, señaló que algunas instituciones financieras están ofreciendo créditos sin intereses a los empleados afectados, mientras que otros 636 mil funcionarios permanecen suspendidos sin salario desde el 1 de octubre.
La situación empieza a afectar al transporte aéreo, con retrasos en varias regiones debido al ausentismo de controladores. El secretario de Transporte, Sean Duffy, llamó a los trabajadores a mantenerse en sus puestos y acusó al Partido Demócrata de mantener “cautivo al Gobierno Federal” por insistir en extender beneficios de salud a inmigrantes indocumentados.
El cierre, impulsado durante la administración de Donald Trump, amenaza también con interrumpir los programas de ayuda alimentaria de los que dependen más de 42 millones de estadounidenses, recursos que podrían agotarse a inicios de noviembre si no se logra un acuerdo presupuestario.
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