Estados Unidos

Avances en negociaciones comerciales: EE.UU. y China delinean marco de acuerdo, pero el foco está en la cumbre Trump-Xi

Kuala Lumpur, Malasia, 27 de octubre de 2025 – Los negociadores de Estados Unidos y China han reportado progresos significativos en las conversaciones comerciales entre las dos mayores economías mundiales, con el secretario del Tesoro estadounidense, Scott Bessent, resaltando un “marco sustancial” para un acuerdo que podría frenar la escalada de aranceles. Sin embargo, fuentes oficiales de Washington indican que el destino final de este pacto dependerá de la reunión programada para esta semana entre el presidente Donald Trump y su homólogo chino, Xi Jinping.

Las discusiones preliminares, realizadas este fin de semana en Kuala Lumpur al margen de la cumbre de la ASEAN, han allanado el terreno para un posible entendimiento que incluye pausas en aranceles del 100% sobre importaciones chinas y retrasos en los controles de exportación de tierras raras por parte de Pekín. Bessent describió las charlas como “constructivas”, aunque funcionarios chinos se mostraron más reservados y no detallaron avances específicos. Estos esfuerzos buscan evitar una nueva fase de confrontación que ha tensionado las cadenas de suministro globales, desde minerales críticos hasta exportaciones tecnológicas.

Aún así, todas las miradas están puestas en el encuentro de alto nivel entre Trump y Xi, previsto para el jueves en la cumbre del Foro de Cooperación Económica Asia-Pacífico (APEC) en Gyeongju, Corea del Sur. Será la primera reunión presencial de ambos líderes desde el regreso de Trump a la Casa Blanca, en un contexto de renovadas fricciones por temas como el acceso a semiconductores y la implementación del acuerdo comercial “Fase Uno” de 2020.

Antecedentes del diálogo bilateral

El historial de interacciones entre Trump y Xi añade capas de complejidad a estas negociaciones. Durante el primer mandato del presidente estadounidense (2017-2021), los líderes se reunieron en persona en cinco ocasiones clave:

  • La primera, en 2017 en Mar-a-Lago, la residencia de Trump en Florida, donde se forjó una relación inicial de cordialidad.
  • Posteriormente, un viaje de Trump a Pekín ese mismo año, enfocado en fortalecer lazos económicos.

La más reciente, en junio de 2019 al margen de la cumbre del G20 en Osaka, Japón, buscaba un pacto comercial en medio de aranceles mutuos que afectaban miles de millones en comercio bilateral. Aunque ambos mandatarios calificaron el encuentro como positivo, las amenazas arancelarias persistieron y las conversaciones se volvieron intermitentes, sin un acuerdo definitivo.

Trump ha elogiado repetidamente el liderazgo de Xi, describiéndolo como un “amigo” con quien mantiene una relación cercana, pero también como un negociador “extremadamente difícil”. Por su parte, Pekín aspira a mayor previsibilidad de Washington, dada la reputación de Trump por una diplomacia impredecible, marcada por giros repentinos en la política exterior.

Tensiones recientes y optimismo cauteloso

El panorama se complicó a principios de octubre, cuando Trump amenazó con cancelar la reunión tras un período de calma relativa. Las fricciones surgieron por disputas sobre tierras raras –esenciales para la industria tecnológica–, restricciones a exportaciones estadounidenses y nuevos aranceles. No obstante, el presidente expresó optimismo al partir hacia Asia el pasado miércoles, afirmando que viaja “en modo de negociación” y anticipando un “buen encuentro” con Xi.

El viaje de Trump por el Sudeste Asiático, que incluye paradas en Malasia, Japón y Corea del Sur, busca posicionar a EE.UU. con mayor leverage. En Kuala Lumpur, el mandatario supervisó la firma de un pacto de paz entre Camboya y Tailandia, además de acuerdos preliminares con Malasia, Tailandia y Camboya para el acceso a minerales críticos, en un guiño estratégico ante las charlas con China.

Analistas como Alexander Feldman, de la firma Asia Group, ven estos movimientos como un “paso en la dirección correcta” para fortalecer la posición negociadora de Trump. Sin embargo, el éxito del marco delineado dependerá de si ambos líderes logran traducir avances técnicos en compromisos vinculantes, en un momento en que la guerra comercial ha costado miles de millones a ambas naciones y ha reconfigurado el comercio global.

Con el mundo observando, la cumbre Trump-Xi podría marcar un punto de inflexión o profundizar las divisiones. Por ahora, el optimismo de los negociadores choca con la incertidumbre de una diplomacia que, como siempre con Trump, promete ser imprevisible.

Imágen cortesía: CNN

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