Washington, D.C., 6 de noviembre de 2025 – El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) de Estados Unidos presentó una norma que busca expandir drásticamente la recolección de datos biométricos, incluyendo ADN, de todos los solicitantes de beneficios migratorios y personas en procesos de deportación, sin importar su edad. La propuesta, publicada en el Registro Federal, abre un período de 60 días para consultas públicas antes de una decisión final.
La medida permitiría al DHS obtener huellas dactilares, imágenes faciales y oculares, firmas manuscritas y muestras de ADN para verificar identidades, antecedentes y alegaciones de parentesco. Actualmente, estos datos solo se requieren en trámites específicos como naturalización, asilo o permisos de trabajo. La nueva norma extendería el requisito a “todos los extranjeros inadmisibles y expuestos a deportación, independientemente de su edad”, eliminando límites previos para menores de 14 años y mayores de 79.
El objetivo declarado es fortalecer la seguridad nacional, combatir el fraude y la trata de personas. “El uso de la biometría para la verificación y gestión de la identidad ayudará al DHS en sus esfuerzos por combatir la trata de personas, confirmar los resultados de las verificaciones de antecedentes penales biográficos y disuadir el fraude”, indica el texto de la propuesta. Además, el ADN se usaría para pruebas de parentesco genético o para confirmar el sexo biológico en solicitudes relevantes.
Expertos como Morgan Bailey, socio de Mayer Brown y exfuncionario del DHS, alertan sobre el alcance ampliado. “Eliminaría los límites de edad y expandiría la recolección de datos biométricos, que antes se limitaban a huellas dactilares, firma y fotografía, a incluir también datos oculares, potencialmente de voz e incluso ADN”, explicó Bailey a medios locales. Esto afectaría no solo a solicitantes, sino también a peticionarios y patrocinadores relacionados.
La iniciativa se enmarca en las políticas de endurecimiento migratorio del gobierno de Donald Trump, que incluyen el reciente anuncio de fotografiar el rostro de toda persona que entre o salga de EE.UU. por puertos terrestres, marítimos y aeroportuarios para prevenir fraudes en documentos de viaje.
Sin embargo, la propuesta genera controversia por riesgos a la privacidad. Este lunes, el senador demócrata Ed Markey, junto a otros legisladores, envió una carta al director de ICE exigiendo el cese inmediato del uso de la app Mobile Fortify, que emplea reconocimiento facial. “Este uso extendido del reconocimiento facial crea graves riesgos para la privacidad y las libertades civiles”, advirtieron, reiterando demandas de transparencia sobre políticas biométricas.
La norma refleja un giro hacia mayor vigilancia en inmigración, pero críticos advierten que podría vulnerar derechos civiles y complicar trámites para familias y refugiados. El DHS enfatiza que la recolección sería obligatoria para quienes obtengan beneficios migratorios, salvo al lograr la ciudadanía estadounidense.
Imágen cortesía: Criogene
