Washington, D.C., 6 de noviembre de 2025 – El Departamento de Defensa de Estados Unidos confirmó la exitosa prueba de un misil balístico intercontinental (ICBM) Minuteman III, lanzada desde la base de la Fuerza Espacial Vandenberg en California. El proyectil, desprovisto de carga letal, recorrió 6.760 kilómetros sobre el Pacífico hasta impactar en el centro de pruebas Ronald Reagan, en el atolón Kwajalein de las islas Marshall.
Esta es la primera prueba de un ICBM desde que el presidente Donald Trump anunciara la semana pasada, en vísperas de su reunión con el presidente chino Xi Jinping en Corea del Sur, la reanudación de ensayos nucleares por primera vez desde 1992. La moratoria autoimpuesta por Estados Unidos en ese año ha sido respetada hasta ahora, con Corea del Norte como única nación que ha realizado pruebas nucleares en lo que va del siglo.
El ensayo, programado con años de antelación, buscaba validar la “fiabilidad, disponibilidad operativa y exactitud” del sistema, descrito como un pilar de la defensa nacional. “No se trata solo de un lanzamiento. Es una evaluación exhaustiva para verificar y validar la capacidad del sistema de ICBM para cumplir su fundamental misión”, declaró la teniente coronel Karrie Wray, comandante del escuadrón responsable. Los datos obtenidos son cruciales para mantener la precisión de estos misiles, capaces de transportar hasta tres ojivas nucleares.
Las declaraciones de Trump generaron alarma en Rusia y China, las otras potencias nucleares globales. El secretario de Energía, Chris Wright, aclaró posteriormente en Fox News que las pruebas se limitarían a “vectores” —sistemas de lanzamiento y misiles sin ojivas— para asegurar que “cumplen la geometría apropiada y permiten una explosión nuclear” si fuera necesario, respetando la moratoria sobre detonaciones reales.
Aunque Estados Unidos realiza pruebas rutinarias de ICBM y misiles lanzados desde submarinos (SLBM) para preservar su disuasión estratégica, los Minuteman III destacan por su antigüedad: en servicio desde los años setenta, están siendo reemplazados gradualmente por el modelo Sentinel. La Fuerza Aérea mantiene unos 400 de estos misiles desplegados en silos en Colorado, Montana, Nebraska, Dakota del Norte y Wyoming, cada uno armado con una cabeza nuclear.
El Pentágono enfatiza que estas verificaciones son esenciales ante rivales geopolíticos, en un contexto de tensiones crecientes. La prueba no altera el equilibrio nuclear global, pero reaviva debates sobre la carrera armamentística en un mundo multipolar.
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