Washington, 4 de diciembre de 2025 – El Departamento de Seguridad Nacional (DHS) ha intensificado su estrategia comunicativa con una polémica campaña en redes sociales que busca involucrar directamente a la ciudadanía en la localización y denuncia de personas indocumentadas, asociando la inmigración irregular con el encarecimiento de los alquileres y la compra de viviendas.
En una publicación oficial, la agencia federal incluye gráficos y supuestas estadísticas que relacionan la presencia de inmigrantes sin papeles con la escasez y el aumento de precios en el mercado inmobiliario. El mensaje concluye con un llamado explícito: “Si estás buscando vivienda asequible y no la encuentras, ayúdanos a identificar a quienes están aquí ilegalmente”.
La iniciativa, que utiliza el hashtag #ReportaLaInvasión, invita a los usuarios a enviar fotos, direcciones y cualquier información que pueda llevar a la detención de personas indocumentadas, prometiendo anonimato total a los denunciantes.
Organizaciones de derechos civiles y expertos en inmigración han calificado la campaña de “perversa” y “peligrosa”, al incentivar la delación ciudadana y estigmatizar a comunidades enteras. “Están convirtiendo a vecinos en informantes y utilizando la frustración legítima por la crisis de vivienda para justificar una cacería”, declaró una portavoz de la Unión Americana de Libertades Civiles (ACLU).
Por su parte, el DHS defiende la estrategia como “una herramienta más para proteger los recursos de los estadounidenses” y asegura que toda denuncia será verificada antes de cualquier acción.
Esta campaña se suma a la oleada de medidas migratorias impulsadas desde la llegada de la nueva administración, que incluye el operativo “Catahoula Crunch” en Nueva Orleans y la suspensión de procesos humanitarios para cubanos, venezolanos y haitianos. Mientras tanto, las redes sociales se han llenado de reacciones encontradas: desde apoyo entusiasta de sectores antiinmigrantes hasta fuertes condenas que acusan al gobierno de promover la xenofobia y la división social.
Imagen cortesía: Saul Loeb
