Caracas/Washington, 22 de diciembre de 2025 – La Guardia Costera de Estados Unidos mantenía una persecución activa contra un tercer buque petrolero sancionado en aguas internacionales del mar Caribe, en el marco de la intensificación del bloqueo ordenado por el presidente Donald Trump contra los envíos de crudo vinculados al régimen de Nicolás Maduro.
Fuentes oficiales estadounidenses confirmaron a Reuters, Bloomberg y AP que la operación involucra al petrolero Bella 1, de bandera panameña y sancionado desde 2024 por sus vínculos con Irán. El buque se dirigía a Venezuela para cargar crudo cuando fue detectado, navegaba con bandera falsa y estaba sujeto a una orden judicial de incautación.
Esta acción sigue a la incautación del sábado del Centuries, un tanker con bandera panameña propiedad de una empresa china que transportaba petróleo venezolano, aunque no figuraba en listas oficiales de sanciones. La Casa Blanca lo describió como parte de la “flota fantasma” para traficar “petróleo robado”. Previamente, el 10 de diciembre, fuerzas estadounidenses capturaron el Skipper, un buque sancionado sin bandera que cargaba crudo de PDVSA.
La Administración Trump ha escalado su presión sobre Venezuela con un “bloqueo total y completo” a petroleros sancionados, motivado por la devolución de activos expropiados a empresas estadounidenses tras nacionalizaciones en las décadas de 1970 y bajo Hugo Chávez y Maduro. Un arbitraje internacional de 2014 obligó a Venezuela a pagar 1.600 millones de dólares a ExxonMobil por compensaciones insuficientes.
Como resultado, las exportaciones venezolanas de crudo han caído drásticamente, con varios buques desviándose o permaneciendo anclados. El gobierno de Maduro ha denunciado las incautaciones como “piratería internacional” y “robo”, anunciando denuncias ante organismos como la ONU.
Estas operaciones se enmarcan en un desplзап militar estadounidense en la región, paralelo a acciones contra el narcotráfico que han dejado decenas de muertos en incidentes recientes.
Imágen cortesía: El País
