Washington, 26 de diciembre de 2025 — El Departamento de Seguridad Nacional (DHS, por sus siglas en inglés) ha puesto en marcha una nueva medida que obliga a todos los extranjeros (no ciudadanos estadounidenses) a proporcionar fotografías faciales y otros datos biométricos al momento de abandonar el territorio nacional.
La norma, efectiva a partir de este 26 de diciembre de 2025, aplica en todos los puntos de salida autorizados: aeropuertos, fronteras terrestres, puertos marítimos y cualquier otro punto de partida oficial. Hasta ahora, la recolección de estos datos biométricos —principalmente fotografías faciales, y en algunos casos huellas dactilares u otros identificadores— se realizaba exclusivamente al ingresar al país.
Esta implementación completa un sistema integrado de entrada y salida biométrica, una exigencia pendiente desde hace décadas y recomendada por la Comisión del 11 de septiembre. El objetivo principal, según las autoridades del DHS y la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP), es fortalecer la seguridad nacional, prevenir el uso de documentos fraudulentos, detectar con mayor precisión las sobreestadías (overstays) y mejorar la verificación de identidades en el flujo migratorio internacional.
La regla, publicada en el Registro Federal, elimina limitaciones previas que restringían la aplicación a programas piloto o puertos específicos, permitiendo ahora una cobertura más amplia que incluye cruces terrestres vehiculares, peatonales, embarcaciones privadas y otros medios de transporte. Las fotografías de ciudadanos estadounidenses serán descartadas en un plazo breve (generalmente dentro de las 12 horas), mientras que los datos de los no ciudadanos podrán almacenarse en el sistema de gestión de identidad biométrica del DHS por hasta 75 años.
Expertos y organizaciones han señalado que esta expansión representa un avance significativo en la vigilancia fronteriza, aunque también ha generado debates sobre privacidad, posibles errores en el reconocimiento facial y el impacto en millones de viajeros, incluidos turistas, titulares de visas, residentes permanentes (Green Card) y menores de edad.
Las autoridades recomiendan a los viajeros extranjeros prepararse para posibles demoras adicionales en los controles de salida y asegurarse de que su documentación esté en regla, ya que el incumplimiento podría derivar en consecuencias migratorias futuras.
La implementación se realizará de forma gradual durante los próximos tres a cinco años, comenzando por los principales aeropuertos y extendiéndose progresivamente a fronteras terrestres y marítimas.
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