La creciente preocupación de familiares de migrantes y activistas en la frontera sur de Arizona se centra en la proliferación de montajes y videos que simulan secuestros falsos con el propósito de extorsionar dinero.
La mayoría de las víctimas son familias que enfrentan la angustia de no saber el paradero de sus seres queridos que desaparecieron en el desierto mientras intentaban cruzar la frontera. Esta incertidumbre los lleva a estar dispuestos a pagar cualquier cantidad para garantizar la seguridad de sus seres queridos, como explicó Oscar Andrade, el director del grupo humanitario Capellanes del Desierto.
Uno de estos montajes muestra a una persona con un arma blanca aparentemente en su cuello, sosteniendo un cartel en busca de ayuda de su familia. Estas imágenes representan solo una parte de las muchas que han llegado a manos de los Capellanes en la última semana. La mayoría de estas imágenes buscan aprovechar la desesperación de las familias, y esta práctica ha existido durante años, pero hoy se ha vuelto aún más realista gracias a las aplicaciones de inteligencia artificial.
Andrade comentó: “Ahora están enviando videos en los que el rostro de la persona tiene movimiento, pero no hay sonido ni voz”.
Un ejemplo de esta situación es el caso de Yozabeth, quien pagó 4 mil dólares después de que su hermano Jezvin desapareció en la zona fronteriza de Sasabe y recibió fotos falsas como parte de la extorsión.
En el último mes, el grupo de rescate Capellanes del Desierto ha recibido nueve informes de extorsiones en la frontera de Arizona. La mayoría de estas extorsiones se originan a partir de la información recopilada por los “coyotes” (traficantes de personas), quienes obtienen datos como el nombre, nacionalidad y contactos de las familias de los migrantes. Con esta información, los extorsionadores solo necesitan una foto para comenzar con sus amenazas y exigir dinero.
