Cerca de 60,000 personas en Estados Unidos enfrentan la amenaza de perder su hogar debido al agotamiento prematuro de los fondos del programa de Vales de Vivienda de Emergencia (EHV), según advirtió el Departamento de Vivienda y Desarrollo Urbano (HUD). Este programa, lanzado en 2021 bajo la administración de Joe Biden, destinó $5,000 millones para subsidiar el alojamiento de grupos vulnerables, como personas sin hogar, víctimas de violencia doméstica o de trata de personas, como una versión mejorada del programa Sección 8.
Inicialmente, se esperaba que el EHV operara hasta 2030, permitiendo a los beneficiarios estabilizar su situación económica con una reducción gradual de la asistencia. Sin embargo, el HUD informó a finales de abril que los fondos solo durarán 18 meses más, hasta 2026, debido al aumento del 31% en los alquileres en los últimos cinco años, según un estudio de Rentec Direct. Este incremento, especialmente pronunciado entre 2021 y 2022, ha acelerado el agotamiento de los recursos.
La situación se complica con la postura del gobierno de Donald Trump, que ha propuesto recortes a otros programas de vivienda federales y una reestructuración del HUD a través del Departamento de Eficiencia Gubernamental (DOGE), lo que podría limitar alternativas para los afectados. “Las acciones del gobierno dificultarán que las personas puedan costear una vivienda y salir de la indigencia”, advirtió Will Fischer, del Center on Budget and Policy Priorities.
Ante la incertidumbre, el HUD explora opciones para apoyar a las familias, pero no se han asegurado fondos adicionales. La representante demócrata Maxine Waters impulsa una inyección de $8,000 millones, aunque las perspectivas son poco optimistas, según activistas como Kim Johnson, de la Coalición Nacional de Vivienda para Personas de Bajos Ingresos, debido a la resistencia republicana a aumentar el gasto federal.
Organizaciones de vivienda instan a los beneficiarios a contactar a legisladores para exigir la continuidad del programa, mientras el Congreso evalúa el presupuesto federal. Sin una solución, miles de personas podrían enfrentar desalojos y volver a la indigencia, profundizando la crisis de vivienda en el país.
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