23 de octubre de 2025
Con 344 votos a favor y 127 en contra, la Cámara de Diputados aprobó en lo general la nueva Ley Orgánica de la Armada de México, una iniciativa presidencial que fortalece las atribuciones de la institución para combatir amenazas en el mar, participar en ciberoperaciones militares y emplear inteligencia artificial en sus operaciones navales. El proyecto fue enviado al Senado para su análisis y eventual ratificación.
La nueva ley reestructura los niveles de mando de la Armada, reemplazando el Estado Mayor General por la Jefatura de Operaciones Navales, un órgano especializado encargado de planificar, ejecutar y supervisar operaciones. El alto mando, liderado por el titular de la Secretaría de Marina, contará con órganos asesores como la Jefatura de Operaciones Navales, el Consejo del Almirantazgo y la Unidad de Inteligencia Naval, que proporcionarán información estratégica para la toma de decisiones.
Durante la discusión, el diputado panista Agustín Rodríguez presentó una moción suspensiva para devolver el dictamen a comisiones, argumentando que el proceso legislativo careció de un análisis profundo. “Por respeto a nuestras fuerzas armadas, esta ley requería mayor estudio. Las prisas y la improvisación predominaron”, criticó. Sin embargo, el presidente de la Comisión de Marina, Humberto Coss, defendió el proyecto, destacando que su aprobación fortalece la soberanía, moderniza el sector marítimo y garantiza la seguridad nacional. “Votar a favor es reafirmar nuestro compromiso con México y su Armada”, subrayó.
Principales puntos de la iniciativa
La ley otorga a la Armada atribuciones para perseguir, abordar, registrar e inspeccionar buques en la zona económica exclusiva de México y en altamar, reforzando el combate a delitos marítimos. También establece su participación en actividades de ciberdefensa y ciberseguridad, en colaboración con otras autoridades, y el uso de inteligencia artificial como herramienta tecnológica para operaciones navales.
Entre sus responsabilidades, la Armada contribuirá a la elaboración de políticas de defensa marítima ordenadas por el Mando Supremo y podrá trabajar conjuntamente con la Guardia Nacional. Además, se le faculta para apoyar en la seguridad y protección aeroportuaria, incluyendo la creación de unidades navales específicas para esta tarea, en coordinación con los tres órdenes de gobierno.
La iniciativa detalla que, como Guardia Costera, la Armada podrá ejercer el derecho de visita y persecución en el mar, realizar inspecciones de embarcaciones y cumplir con tratados internacionales para combatir actos ilícitos. En caso de detectar posibles delitos, el personal naval pondrá a disposición de las autoridades competentes a las personas y objetos involucrados, siguiendo protocolos establecidos.
Debate y cuestionamientos
La aprobación generó críticas de legisladores de oposición (PAN, PRI y MC), quienes expresaron preocupaciones sobre la creciente militarización de la seguridad en México. A pesar de las objeciones, el dictamen avanzó, destacando la importancia de modernizar la Armada para enfrentar desafíos contemporáneos, como el crimen organizado en el mar y las amenazas cibernéticas.
La nueva ley busca posicionar a la Armada de México como una institución más robusta y adaptada a las necesidades actuales, garantizando la protección de los mares, los recursos naturales y la seguridad del país. Su discusión continuará en el Senado, donde se espera un análisis detallado antes de su entrada en vigor.
Imágen cortesía: Verificado