23 de octubre de 2025
El Gobierno de Estados Unidos, bajo la administración de Donald Trump, anunció este miércoles la imposición de sanciones contra las dos mayores compañías petroleras de Rusia, en un esfuerzo por presionar a Moscú para que acepte un alto el fuego inmediato en el conflicto con Ucrania.
Trump había advertido durante semanas sobre posibles medidas punitivas contra Rusia por la persistencia de la guerra, pero no había implementado acciones significativas hasta ahora. El anuncio coincidió con la cancelación de una reunión prevista con el presidente ruso, Vladimir Putin, ya que Trump consideró que no se avanzaría hacia los objetivos deseados.
En declaraciones desde la Oficina Oval, el mandatario explicó que era “el momento adecuado” para las sanciones, aunque expresó esperanza en que no duren mucho, anticipando un fin próximo al conflicto. El secretario del Tesoro, Scott Bessent, emitió un comunicado enfatizando la necesidad de “detener las muertes y lograr un alto el fuego inmediato”.
“Dada la negativa del presidente Putin a poner fin a esta guerra absurda, estamos sancionando a las dos mayores compañías petroleras de Rusia que financian la maquinaria de guerra del Kremlin”, señaló Bessent. Agregó que su departamento está preparado para采取 más medidas si es necesario y animó a los aliados internacionales a unirse a estas acciones.
Las sanciones impactan a Rosneft y Lukoil, junto con casi tres decenas de sus subsidiarias. El Reino Unido ya había sancionado a ambas empresas la semana pasada, y la Unión Europea aprobó un nuevo paquete de medidas este miércoles.
El enviado especial de la Unión Europea para sanciones, David O’Sullivan, se reunirá este jueves con el alto funcionario del Departamento del Tesoro, John Hurley, según fuentes oficiales.
La embajadora de Ucrania en Estados Unidos, Olga Stefanishyna, celebró la decisión, destacando que llega tras múltiples intentos de dar a Rusia oportunidades para negociaciones genuinas. “La paz solo es posible mediante la fuerza y la presión sobre el agresor, utilizando todas las herramientas internacionales disponibles”, escribió Stefanishyna en una publicación en la red social X. También expresó expectativas de decisiones firmes por parte de los socios europeos en la próxima reunión del Consejo Europeo.
Más temprano, Bessent describió las sanciones como “unas de las más grandes”, reflejando la decepción de Trump con Putin y el estancamiento de las conversaciones para resolver el conflicto, tras una cumbre en Alaska hace más de dos meses.
Ucrania ha solicitado mayor presión sobre Moscú mientras la guerra continúa. Los esfuerzos diplomáticos se han detenido, con Rusia rechazando la idea de congelar el conflicto para negociar, una propuesta respaldada por Ucrania y Europa.
La semana pasada, Trump había expresado intenciones de reunirse con Putin en Budapest, pero este miércoles confirmó la cancelación, argumentando que no se alcanzaría el progreso necesario. Fuentes gubernamentales indicaron que no hay planes inmediatos para una cumbre futura.
El impacto de estas sanciones dependerá de su implementación y de posibles medidas secundarias, según expertos. “Hasta ahora, se trata de sanciones primarias sobre Rosneft y Lukoil, pero la clave será si se amenazan con sanciones secundarias a bancos, refinerías y comerciantes en terceros países que interactúen con ellas”, explicó Eddie Fishman, investigador principal en el Atlantic Council.
En enero, la administración anterior anunció sanciones contra otras petroleras rusas, pero evitó targeting a Rosneft y Lukoil, citando preocupaciones por el mercado petrolero global y la economía estadounidense.
Bessent reiteró la decepción con las negociaciones: “Putin no ha acudido a la mesa de manera honesta. Hubo conversaciones en Alaska, pero el presidente Trump se retiró al ver que no avanzaban”. Añadió que se insta a aliados europeos, del G7, Canadá y Australia a sumarse.
Imágen cortesía: AP News