Washington – 18 de noviembre de 2025
El Departamento de Defensa confirmó este lunes que cientos de soldados de la Guardia Nacional desplegados en Portland (Oregon) y el área de Chicago (Illinois) serán enviados de regreso a sus estados de origen en los próximos días, en lo que representa un repliegue parcial de las controvertidas operaciones ordenadas por el presidente Donald Trump para apoyar tareas migratorias.
Según un alto funcionario del Pentágono que habló bajo condición de anonimato, los 200 efectivos de la Guardia Nacional de California actualmente en Portland regresarán a casa por completo, mientras que los 200 soldados de Oregon se reducirán a la mitad. En Chicago, los 200 miembros provenientes de Texas también serán desmovilizados y enviados de vuelta, dejando únicamente a personal de la Guardia Nacional de Illinois en funciones de entrenamiento y sin autoridad para realizar detenciones.
El Comando Norte de Estados Unidos señaló que, pese a la reducción, mantendrá una “presencia constante y a largo plazo” en ambas ciudades, así como en Los Ángeles, aunque los soldados restantes no saldrán a la calle para tareas operativas debido a las restricciones judiciales vigentes.
El repliegue se produce en medio de fuertes cuestionamientos legales y políticos. Una orden judicial permanente emitida este mes por la jueza federal Karin Immergut en Portland prohíbe al gobierno federal emplear tropas en esa ciudad al considerar que no se cumplieron los requisitos legales. Chicago, por su parte, lleva su propio litigio hasta la Corte Suprema.
La gobernadora de Oregon, Tina Kotek, celebró la decisión pero exigió la desmovilización total: “Llevan 50 días lejos de sus familias y trabajos en un despliegue innecesario. Con la llegada de las fiestas, todos merecen volver a casa”. Desde California, la portavoz del gobernador Gavin Newsom calificó el regreso de sus tropas como “¡ya era hora!” y reiteró que el despliegue inicial había sido “ilegal”.
En Illinois, el gobernador JB Pritzker acusó a la Administración Trump de no coordinar con los estados y de pretender “normalizar la presencia militar en las ciudades estadounidenses”.
A pesar de las reducciones, más de 2.000 efectivos de la Guardia Nacional permanecerán en Washington D.C. hasta principios de 2026, y el gobierno mantiene despliegues en otras zonas calientes de aplicación migratoria. Fuentes del Departamento de Defensa indicaron que la proximidad de la temporada navideña también influyó en la decisión de permitir el regreso de parte del personal.
El uso de la Guardia Nacional para tareas de control migratorio ha sido una de las medidas más polémicas del segundo mandato de Trump y ha generado un intenso debate sobre los límites del poder presidencial y la soberanía estatal.
Imágen cortesía: BBC
