En medio de la creciente tensión entre Israel e Irán, Estados Unidos prepara el despliegue de su tercer portaaviones en la región, una maniobra militar que eleva significativamente la capacidad de respuesta de Washington en caso de un conflicto abierto.
De acuerdo con funcionarios estadounidenses citados por medios internacionales, el grupo de ataque del portaaviones USS Gerald R. Ford se movilizará la próxima semana hacia Europa, con la probabilidad de que sea reposicionado en el Mediterráneo oriental, cerca de las costas de Israel, debido a la escalada bélica en Medio Oriente.
Al mismo tiempo, el USS Nimitz, que hasta hace unos días realizaba operaciones en el mar de China Meridional, se traslada “sin demora” hacia Medio Oriente para unirse o relevar al USS Carl Vinson, que lleva ya siete meses de despliegue en la zona. Se desconoce por ahora cuánto tiempo coincidirán ambos grupos de ataque en la región antes del regreso del Vinson.
Estos movimientos estratégicos forman parte del protocolo militar estadounidense para proyectar poder en zonas de crisis, utilizando portaaviones equipados con decenas de aviones de combate y escoltados por buques capaces de neutralizar amenazas aéreas, marítimas y submarinas.
Además, se prevé el traslado de recursos navales especializados en defensa contra misiles balísticos al Mediterráneo oriental en los próximos días, reforzando el escudo defensivo ante cualquier escenario.
En paralelo, las tensiones diplomáticas se mantienen al rojo vivo. La misión iraní ante la ONU respondió duramente a las recientes declaraciones del presidente Donald Trump, quien calificó al líder supremo de Irán, el ayatolá Ali Jamenei, de “blanco fácil” y aseguró haber lanzado “el ultimátum definitivo” a Teherán.
“Irán no negociará bajo presión ni aceptará la paz bajo amenaza”, afirmó la representación iraní en redes sociales, advirtiendo que responderán a cualquier agresión con represalias equivalentes.
El ambiente en la región se mantiene tenso, con la posibilidad latente de que cualquier incidente pueda detonar un enfrentamiento de mayor escala.
