El secretario de Salud de Estados Unidos, Robert F. Kennedy Jr., anunció oficialmente que el Gobierno federal ya no recomienda la vacuna contra el COVID-19 para niños sanos ni para mujeres embarazadas sin complicaciones médicas. La decisión fue comunicada a través de un video publicado en la red social X, donde el funcionario calificó el movimiento como “una cuestión de sentido común”.
“Me complace anunciar que, desde hoy, la vacuna contra el coronavirus ha sido retirada del calendario de vacunación recomendado por los CDC para estos grupos”, declaró Kennedy en el mensaje difundido este lunes.
El anuncio marca un cambio significativo en la política de salud pública respecto al manejo de la pandemia. Kennedy, una figura controvertida por sus críticas a las vacunas, señaló que la administración anterior promovió refuerzos de la vacuna en menores sin el respaldo suficiente de datos clínicos. “El Gobierno de Biden insistió en una estrategia carente de fundamentos científicos sólidos”, sostuvo.
Aunque en su audiencia de confirmación ante el Senado negó ser antivacunas y prometió no desalentar su uso, este paso ha generado reacciones encontradas entre expertos en salud pública, quienes temen que el cambio debilite la confianza en la vacunación como herramienta preventiva.
La decisión llega poco después de que el Departamento de Salud, bajo el liderazgo de Kennedy, anunciara su intención de desarrollar una “vacuna universal” basada en virus desactivados, una tecnología tradicional que contrasta con los métodos innovadores empleados durante la pandemia. Esta estrategia busca sustituir el programa NextGen, una iniciativa de 5 mil millones de dólares lanzada por la administración anterior para impulsar vacunas de nueva generación.
Desde el retorno de Donald Trump a la Casa Blanca en enero, el enfoque del Gobierno en materia de salud ha girado hacia una reevaluación de políticas implementadas en la emergencia sanitaria. La actual gestión ha calificado proyectos como NextGen de “despilfarros”, apostando por métodos más convencionales.
Por ahora, los CDC no han emitido un comunicado oficial sobre el cambio, aunque fuentes cercanas al organismo señalan que las nuevas directrices están en proceso de actualización.
