El cierre gubernamental más prolongado en la historia de Estados Unidos tuvo un impacto económico devastador, con pérdidas estimadas en hasta 15 mil millones de dólares por semana, equivalentes al 1 o 1.5% del Producto Interno Bruto (PIB), según informó Kevin Hassett, director del Consejo Económico Nacional.
El paro, que se extendió durante 43 días, culminó este miércoles tras la aprobación de un presupuesto provisional que garantiza el funcionamiento del Gobierno federal hasta el 30 de enero. Sin embargo, los efectos financieros se dejarán sentir por mucho más tiempo.
De acuerdo con la Oficina de Presupuesto del Congreso (CBO), aunque parte del impacto podría revertirse en los próximos meses, entre 7 mil y 14 mil millones de dólares se perderán de forma definitiva en 2025. Además, cerca de 60 mil trabajadores del sector privado perdieron sus empleos debido al freno en las operaciones federales y la suspensión de subsidios como el programa de ayuda alimentaria SNAP.
Las funciones en organismos clave como el Buró de Análisis Económico (BEA) y el Buró de Estadísticas Laborales (BLS) también se vieron interrumpidas, complicando la recopilación de datos sobre el desempeño económico reciente.
Con la reapertura del Gobierno, más de 730 mil empleados suspendidos comienzan a reincorporarse, mientras los 600 mil trabajadores esenciales que laboraron sin recibir sueldo ya tienen fecha para recibir sus pagos atrasados.
La Casa Blanca aseguró que los 42 millones de beneficiarios del SNAP volverán a recibir sus apoyos “en las próximas horas”, marcando así el lento regreso a la normalidad tras una parálisis que dejó una profunda huella económica y social en el país.
