Ciudad de Guatemala, 1 de septiembre de 2025 – Una jueza federal en Estados Unidos emitió una orden temporal el domingo 31 de agosto para suspender la repatriación de menores guatemaltecos no acompañados que se encontraban bajo custodia del gobierno estadounidense, en medio de un proceso que buscaba devolver a cientos de niños a Guatemala. La decisión se tomó tras una audiencia de emergencia, luego de que se reportara que algunos menores fueron despertados en la madrugada y trasladados para su deportación.
La jueza Sparkle L. Sooknanan, designada por el presidente Joe Biden, fue notificada alrededor de las 2:36 a.m. del domingo sobre los traslados y expresó su sorpresa por las acciones del gobierno, que intentaba deportar a los menores durante un fin de semana festivo. Sooknanan ordenó al Departamento de Justicia presentar pruebas que demuestren que los padres o tutores legales de los niños habían solicitado su retorno, y prohibió la deportación de estos menores por un período de dos semanas. Además, pidió aclaraciones sobre el paradero de los niños, algunos de los cuales ya habían sido subidos a aviones, aunque al menos un vuelo en Texas fue retornado.
Abogados defensores de los menores, entre ellos Neha Desai, del Centro Nacional para el Derecho Juvenil, argumentaron que los niños enfrentan riesgos si regresan a Guatemala y que muchos tienen procesos migratorios en curso. Según una notificación de la Oficina de Reasentamiento de Refugiados, el gobierno de Guatemala había solicitado el retorno de algunos menores para reunificarlos con familiares, asegurando que no tienen casos de asilo pendientes ni riesgos de trata. Sin embargo, los abogados de los menores sostienen que estas afirmaciones son falsas y que las deportaciones violan las leyes estadounidenses, las cuales garantizan protecciones especiales y el debido proceso para los migrantes no acompañados.
La demanda presentada en el tribunal de distrito de Columbia incluye a 10 menores guatemaltecos, de entre 10 y 17 años, identificados para la deportación. Entre ellos, una niña indígena de 10 años que sufrió abuso y negligencia en Guatemala, y cuya madre falleció, destaca como un caso de especial preocupación. Los abogados reportaron que los niños están “aterrados y confundidos”, y que fueron sacados de sus camas en la madrugada sin una explicación clara.
El gobierno estadounidense tiene hasta el viernes para responder formalmente a las exigencias de la jueza, mientras los demandantes presentarán una moción urgente para solicitar una orden judicial preliminar. Por ahora, los menores permanecerán bajo custodia en Estados Unidos mientras se resuelve el caso, en un esfuerzo por garantizar su seguridad y derechos legales.
Imágen cortesía: El Mundo