La Iglesia católica ha entrado en una nueva era con la elección del cardenal Robert Francis Prevost como Sumo Pontífice, quien asumió el nombre de León XIV. Nacido en Chicago el 14 de septiembre de 1955, su designación marca un hito histórico: es el primer Papa estadounidense.
Con una trayectoria marcada por el compromiso pastoral y un profundo vínculo con América Latina, León XIV se ha ganado el respeto dentro y fuera del Vaticano. Su experiencia incluye décadas de trabajo misionero en Perú, donde no solo perfeccionó el español, sino que también obtuvo la nacionalidad peruana en 2015. Fue en ese país donde sirvió como administrador apostólico y posteriormente como obispo de Chiclayo.
Formado en Ciencias Matemáticas en Filadelfia y en Derecho Canónico en Roma —donde también obtuvo su doctorado—, el nuevo pontífice es políglota: además del inglés, habla español, italiano, francés y portugués, y puede leer alemán y latín.
Antes de ser elegido Papa, Prevost ocupó cargos clave en la Curia romana, como la presidencia de la Pontificia Comisión para América Latina y, desde 2023, la dirección del Dicasterio para los Obispos, un rol que consolidó su perfil como figura de consenso.
Con una vida dividida entre América del Norte, Europa y América Latina, León XIV representa una Iglesia en diálogo con el mundo y en sintonía con sus periferias. Su elección, en muchos sentidos, prolonga el legado pastoral de su predecesor, el papa Francisco, y abre una etapa en la que se espera continuidad con renovación.