El líder ruso, Vladimir Putin, intentó asesinar a un informante de la Agencia de Inteligencia Central (CIA, en inglés) en un operación clandestina en suelo estadounidense, en Miami (Florida), según informa el lunes el diario The New York Times citando como fuente a tres altos funcionarios cuya identidad no desvela. “Las líneas rojas hace tiempo que han desaparecido para Putin”, opina el exagente de la CIA Marc Polymeropoulos, “quiere a toda esa gente muerta”.
El objetivo era Aleksandr Poteyev, un exagente de la inteligencia rusa que en 2010 reveló información que permitió al Buró Federal de Investigaciones (FBI, en inglés) atrapar a 11 espías rusos que vivían con identidades falsas y tenían trabajos ordinarios en ciudades de la Costa Este, según el diario, dentro de un ambicioso esfuerzo por recolectar información y captar a nuevos agentes.
Diez de esos espías capturados fueron liberados después por la Administración de Barack Obama, intercambiados por cuatro prisioneros en Rusia.
El intento ruso de asesinar a Poteyev se relata en el libro Spies: The Epic Intelligence War Between East and West, de Calder Walton, un especialista en inteligencia de la Universidad de Harvard, que será publicado el 29 de junio. La historia fue confirmada por el diario.
Putin, antiguo oficial de la KGB, la principal agencia de seguridad de la Unión Soviética, ha manifestado su profundo desprecio por los desertores entre las filas de los servicios de inteligencia, según el medio citado, y especialmente los que ayudan a Occidente.