La Corte Suprema de Estados Unidos autorizó a los agentes migratorios detener a personas sospechosas de estar indocumentadas en Los Ángeles, California, al suspender un fallo que prohibía estas redadas por basarse en criterios como la apariencia física, el idioma o el tipo de trabajo.
Con seis votos a favor y tres en contra, el máximo tribunal respaldó al gobierno del presidente Donald Trump, que había apelado la orden de la jueza federal Maame Frimpong, quien en julio bloqueó las detenciones masivas al considerarlas discriminatorias. La decisión de la Suprema Corte permite que los operativos continúen mientras el caso sigue en instancias inferiores.
El juez Brett Kavanaugh defendió el fallo al señalar que las detenciones migratorias por sospecha “han sido parte de la aplicación de la ley durante décadas”. En contraste, la jueza Sonia Sotomayor, en nombre de la minoría liberal, calificó la resolución como un “grave abuso” y advirtió que “innumerables personas” han sido detenidas y esposadas solo por su apariencia o acento.
La medida representa un triunfo para la Casa Blanca en su estrategia de deportaciones masivas, particularmente en Los Ángeles, ciudad considerada bastión de resistencia a la política migratoria de Trump.