Cuatro de las cinco víctimas, de 18 y 19 años, habían terminado de trabajar en un restaurante de la zona poco antes del accidente. “Amaban lo que hacían y tenían siempre una sonrisa en la cara”, recordó el responsable del establecimiento.
Cinco adolescentes murieron después de que el auto en el que viajaban se salió de la carretera por la que circulaba y terminó sumergido en un estanque de retención al suroeste de Florida, según informaron las autoridades el lunes.
Tres chicas y dos chicos de entre 18 y 19 años iban en el vehículo que sufrió el accidente en Fort Myers a última hora del domingo o a primera hora del lunes en un punto cercano a la Interestatal 75, que cruza el estado de sur a norte y sigue hacia Canadá, según el departamento de policía de la ciudad.
“Tardaron mucho en sacarlo” del agua, dijo la portavoz policial, Kristen Capuzzi, citada por el diario local News-Press. Las primeras investigaciones apuntan a que los jóvenes perdieron presuntamente el control del pequeño Kia negro en el que iban.
Cuatro de los cinco fallecidos trabajaban en el restaurante Texas Roadhouse, según anunció el establecimiento en su cuenta de la red social Facebook.
Las víctimas fueron identificadas como Amanda Ferguson, Eric Cox, Breanna Coleman y Jackson Eyre y, según News-Press, el accidente se produjo poco después de que hubieran terminado su turno en el restaurante. La identidad del quinto ocupante muerto no ha trascendido de momento.