18 de diciembre de 2025
Washington — La administración del presidente Donald Trump busca escalar significativamente los esfuerzos para revocar la ciudadanía estadounidense a personas naturalizadas que la obtuvieron de manera fraudulenta, según guías internas distribuidas a oficinas del Servicio de Ciudadanía e Inmigración de Estados Unidos (USCIS).
Las directivas, emitidas el martes, solicitan a las oficinas de campo identificar entre 100 y 200 casos mensuales de posible desnaturalización para referirlos al Departamento de Justicia a partir del año fiscal 2026. Esto representaría un aumento drástico respecto a cifras históricas: entre 1990 y 2017 se promediaban alrededor de 11 casos anuales, y desde 2017 hasta la fecha se han presentado poco más de 120.
Un portavoz de USCIS defendió la medida al afirmar que la agencia prioriza la “guerra contra el fraude”, especialmente casos de ciudadanía obtenida ilegalmente durante la administración anterior. “Perseguiremos procedimientos de desnaturalización contra individuos que mintieron o se representaron falsamente en el proceso de naturalización”, indicó.
Bajo la ley federal, la ciudadanía solo puede revocarse en circunstancias limitadas, como fraude intencional en la solicitud o ocultamiento de hechos materiales. Los procesos requieren pruebas claras y convincentes en tribunales federales, lo que los hace complejos y prolongados.
Expertos y exfuncionarios advierten que cuotas mensuales tan elevadas podrían politizar el procedimiento y generar temor entre millones de ciudadanos naturalizados, incluso aquellos que cometieron errores involuntarios en sus trámites.
La iniciativa forma parte de una agenda migratoria más estricta impulsada por Trump desde enero, que incluye prohibiciones de viaje ampliadas y pausas en procesamientos de solicitudes de ciertos países.
La noticia continúa en desarrollo, a la espera de detalles sobre la implementación y posibles desafíos legales.
Imágen cortesía: Abogados Efectivos
