La confirmación de Bad Bunny como artista principal del espectáculo de medio tiempo del Super Bowl 2026 no pasó desapercibida para el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien expresó abiertamente su desaprobación ante la elección del reguetonero puertorriqueño.
“Nunca escuché hablar de él, no sé quién es, no sé por qué lo escogieron. Es una locura”, declaró Trump al ser consultado sobre la participación del intérprete de “Tití me preguntó”, calificando la decisión como “totalmente ridícula”.
El anuncio de la NFL, que confirmó al cantante como protagonista del espectáculo en el Levi’s Stadium —casa de los San Francisco 49ers—, generó un intenso debate en redes sociales sobre la representación cultural y la influencia latina en el mayor evento deportivo del país.
Bad Bunny, de 31 años, ha sido un crítico constante de las políticas migratorias impulsadas por Trump, incluyendo las operaciones de ICE contra la inmigración ilegal. Su presencia en uno de los escenarios más vistos del mundo deportivo podría interpretarse también como un mensaje de inclusión y diversidad por parte de la liga.
Durante su intervención, el mandatario aprovechó además para manifestar su desacuerdo con la nueva regla de patada inicial de la NFL, recientemente modificada para mejorar la seguridad de los jugadores.
Trump, conocido aficionado al fútbol americano, ha mantenido una relación cercana con los grandes eventos deportivos. En su segundo mandato, ha asistido a competencias como el Super Bowl LX, las 500 Millas de Daytona, la UFC, torneos de golf y finales de tenis y béisbol.
Aún no se ha confirmado si el presidente asistirá al Levi’s Stadium en Santa Clara el próximo febrero, cuando Bad Bunny suba al escenario en lo que promete ser uno de los espectáculos más comentados del año.