El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, firmó este jueves una orden ejecutiva que busca reducir drásticamente el alcance del Departamento de Educación, transfiriendo más competencias a los estados y limitando sus funciones a lo esencial.
Acompañado de gobernadores republicanos y un grupo de niños, Trump argumentó que, a pesar de los tres billones de dólares invertidos en los últimos 45 años, los resultados académicos no han mejorado, especialmente en matemáticas y lectura.
Si bien la Casa Blanca reconoció que el cierre total del departamento requiere la aprobación del Congreso, la administración planea mantener únicamente programas esenciales, como la gestión de becas y préstamos estudiantiles, así como el apoyo a estudiantes con discapacidades y familias de bajos ingresos.
Trump expresó su confianza en lograr respaldo legislativo para su propuesta, aunque la falta de apoyo demócrata representa un desafío significativo. Durante el acto, presentó a Linda McMahon como la actual secretaria del Departamento y sugirió que podría ser “la última” en ocupar ese cargo.