Un informe compartido por el Departamento de Seguridad Pública revela que un militar médico expresó su preocupación sobre el trato inhumano que le estarían dando a los migrantes en el Río Bravo. De acuerdo con el reporte, las autoridades fronterizas niegan agua potable a los migrantes y, además, los empujan de regreso hacia el río, sin importar que las familias tengan niños a su cargo.
Por ahora, la policía fronteriza de Texas ha negado la situación y los hechos son materia de investigación.