Washington, DC – 24 de septiembre de 2025
En un movimiento que intensifica las fricciones diplomáticas entre Washington y Caracas, la plataforma YouTube ha suspendido el canal oficial del presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, junto con la cuenta asociada al Ministerio de Defensa del país. La acción, que deja sin voz digital a uno de los principales voceros del gobierno venezolano, se atribuye al cumplimiento de las sanciones impuestas por Estados Unidos contra el régimen de Maduro.
El canal de Maduro, que acumulaba más de 200.000 suscriptores, era un espacio clave para la difusión de sus discursos y extractos de su programa semanal en la televisora estatal Telesur. La desconexión ocurrió el viernes pasado sin que se proporcionara explicación alguna por parte de la plataforma, lo que ha generado especulaciones sobre el impacto en la propaganda oficial del chavismo.
Estas medidas digitales se enmarcan en un contexto de escalada de tensiones bilaterales. El gobierno del presidente Donald Trump ha impuesto amplias sanciones económicas y financieras contra Maduro y su entorno, acusándolos de corrupción endémica y graves violaciones a los derechos humanos. Como parte de esta ofensiva, Estados Unidos ha puesto a precio la cabeza de Maduro con una recompensa de 50 millones de dólares por información que lleve a su captura, imputándole directamente responsabilidad en redes de narcotráfico internacional.
“YouTube, como todas las empresas en Estados Unidos, está obligada a cumplir con las sanciones estadounidenses”, explicó el martes Jack Malon, portavoz de la plataforma. “Google está comprometido con el cumplimiento de las sanciones aplicables y las leyes de comercio, y hace cumplir las políticas relacionadas bajo nuestros Términos de Servicio”. Fuentes del Departamento de Estado estadounidense no han emitido comentarios adicionales al respecto.
Paralelamente, la respuesta militar de Washington en la región no se ha hecho esperar. La Marina de Estados Unidos ha desplegado varios buques de guerra en el Caribe como parte de operaciones antidrogas de largo alcance, enfocadas en las costas venezolanas. En las últimas semanas, se reportaron al menos tres ataques letales contra embarcaciones presuntamente involucradas en el transporte de narcóticos desde Venezuela: uno que dejó 11 fallecidos, otro con tres víctimas y un tercero con igual número de muertos, según declaraciones del propio Trump. El presidente republicano reveló el martes pasado la existencia de al menos un cuarto incidente similar, aunque omitió detalles operativos.
En un mensaje directo y contundente, Trump se dirigió a Maduro durante una comparecencia ante la prensa en la Casa Blanca, instándolo a “dejar de enviar droga a EE.UU.”. La declaración, pronunciada mientras el mandatario se preparaba para un viaje oficial a Londres, subraya la determinación de su administración en la “guerra contra las drogas” y su percepción de Venezuela como un eje clave en el flujo de estupefacientes hacia territorio estadounidense.
Este episodio digital y militar resalta las crecientes divisiones en el hemisferio occidental, donde las sanciones tecnológicas se suman a las presiones económicas y de seguridad. Mientras el gobierno venezolano guarda silencio oficial sobre la eliminación de sus canales, analistas advierten que tales acciones podrían exacerbar el aislamiento de Maduro en el escenario global, complicando aún más las negociaciones sobre migración, energía y estabilidad regional.
Imágen cortesía: El Siglo de Durango