En medio de una profunda crisis financiera en la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras el retiro de Estados Unidos como principal contribuyente, China anunció una aportación adicional de 500 millones de dólares para los próximos cinco años, con el objetivo de reforzar el papel de la agencia en la gobernanza sanitaria global.
La decisión fue comunicada este martes durante la asamblea anual de la OMS en Ginebra por el viceprimer ministro chino, Liu Guizhong, quien afirmó que su país busca que la organización pueda “ejercer su mandato de forma independiente, profesional y regida por principios científicos”.
Este compromiso económico se da en un contexto donde, según datos oficiales de la OMS, la contribución de Estados Unidos para el bienio 2024-2025 superó los 700 millones de dólares, mientras que la de China rondó los 200 millones. La nueva inversión colocaría a China como uno de los principales financiadores de la agencia.
Liu advirtió sobre los efectos del unilateralismo en la cooperación sanitaria global y sostuvo que el multilateralismo es la vía para hacer frente a los desafíos actuales. En su discurso, también defendió el papel de su país durante la pandemia de covid-19, enfatizando que “China fue responsable y constructiva”.
La intervención china contrastó con las declaraciones del secretario de Salud estadounidense, Robert F. Kennedy Jr., quien, pese a la retirada de su país de la OMS, participó en el mismo foro y acusó a la organización de “ceder ante la presión política de China” y de carecer de transparencia en su gestión.
El debate sobre el financiamiento y la autonomía de la OMS se intensifica en un momento clave, luego de la aprobación del nuevo tratado internacional para la preparación ante pandemias, una iniciativa respaldada por la mayoría de los Estados miembros como respuesta a las lecciones dejadas por el covid-19.