Algunos investigadores aseguran que la crisis climática está alterando el flujo de la llamada “corriente en chorro” y provocando que las regiones se calienten durante más tiempo.
Los científicos afirman que un patrón atmosférico muy vigilado –la corriente en chorro, una fuerte y estrecha corriente de aire– está detrás de los incendios forestales de Canadá y del calor abrasador de Texas, lo que plantea interrogantes sobre cómo determina los fenómenos meteorológicos extremos y si la crisis climática está alterando su flujo.
La corriente en chorro, una cinta de aire que rodea el hemisferio norte a gran altitud, impulsa los cambios de presión que determinan el tiempo en toda Norteamérica. El patrón ondulado de la corriente en chorro crea zonas de alta y baja presión.
En los últimos meses, los patrones de la corriente en chorro atraparon y estancaron una dorsal de alta presión sobre el norte de Canadá, lo que provocó una ola de calor y preparó el paisaje para los incendios forestales que más tarde enviaron humo al Medio Oeste y al este de EE.UU. A principios de este mes, otra dorsal de alta presión se centró en Texas, disparando las temperaturas.