El cierre del Gobierno federal estadounidense, que este lunes cumple 20 días, podría llegar a su fin en los próximos días, según señaló Kevin Hassett, asesor económico del presidente Donald Trump, en una entrevista con CNBC. Hassett advirtió que la Casa Blanca tomaría medidas estrictas contra los demócratas que no cooperen en la aprobación de nuevos fondos.
La propuesta republicana busca financiar las operaciones federales hasta el 21 de noviembre, pero hasta ahora ha sido rechazada diez veces en el Senado por falta de apoyo de la oposición. Hassett indicó que algunos congresistas demócratas moderados podrían estar dispuestos a dialogar, mientras que la Casa Blanca evalúa alternativas más duras si el impasse persiste.
El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, calificó el cierre como “la maniobra política más costosa, egoísta y peligrosa en la historia del Congreso” y acusó a los demócratas de “jugar” con la situación. Johnson también hizo referencia a las recientes protestas nacionales contra las políticas del mandatario, asegurando que si Trump fuera un rey, “el Gobierno estaría abierto”.
Hoy, el Senado votará por undécima vez la propuesta republicana para abrir temporalmente el Gobierno, aunque no hay indicios de que el resultado cambie. Los republicanos, con 53 escaños en el Senado, necesitan al menos siete votos demócratas para alcanzar los 60 necesarios para aprobar la ley presupuestaria.
El principal punto de discordia sigue siendo la Ley de Cuidado Asequible (Obamacare). Los republicanos critican que los demócratas buscan financiar la salud de “inmigrantes ilegales”, mientras la oposición lo niega, lo que mantiene la negociación estancada y a las comunidades estadounidenses sin fondos federales esenciales para servicios y operaciones.
