El módulo ‘Peregrine’ de alunizaje de la compañía privada Astrobotic Technology despegó en un cohete nuevo, el ‘Vulcan’, de United Launch Alliance. El Vulcan también lleva consigo el ‘Proyecto Colmena’, la primera misión de México a la Luna.
El primer módulo de alunizaje estadounidense en más de 50 años despegó con éxito este lunes, en otro hito de la carrera espacial de las empresas privadas que buscan realizar entregas para la NASA y otros clientes. El cohete lleva consigo también el Proyecto Colmena, la primera misión de México a la Luna.
El módulo de alunizaje de Astrobotic Technology viajó en un cohete nuevo, el Vulcan Centaur de United Launch Alliance. El Vulcan surcó el cielo de Florida antes del amanecer, colocando a la nave espacial en una ruta hacia la Luna que debería culminar con un intento de alunizaje el 23 de febrero.
La empresa de Pittsburgh aspira a ser la primera empresa privada en pisar con éxito la superficie lunar, algo que solo cuatro países han logrado. Pero una compañía de Houston también tiene un módulo de aterrizaje listo para volar y podría llegar antes que él a la superficie lunar, tomando una alternativa más directa.
“Primero en ser lanzado. El primero en aterrizar está por ver”, dijo el director ejecutivo de Astrobotic, John Thornton.
La NASA dio millones a las dos empresas para construir y volar sus propios módulos de aterrizaje lunares. La agencia espacial quiere que estos módulos de aterrizaje de factura privada exploren el lugar antes de que lleguen los astronautas y que realicen experimentos científicos y tecnológicos de la NASA, así como otros encargos menores para otros clientes.
El contrato de Astrobotic para el módulo de alunizaje lanzado este lunes, llamado ‘Peregrine’, fue de 108 millones de dólares.
El mes que viene, SpaceX proporcionará el ascensor para un módulo de aterrizaje de Intuitive Machines, la otra empresa competidora, radicada en Houston. El módulo Nova-C seguiría una ruta más directa hacia la Luna, de solo una semana, por lo que ambas naves espaciales podrían intenten aterrizar con días o incluso horas de diferencia entre sí.
Lo más destacado del viaje a la Luna de este lunes fue el vuelo de prueba inicial, largamente retrasado, del cohete Vulcan desde la Estación de la Fuerza Espacial de Cabo Cañaveral. El cohete de 202 pies es esencialmente una versión mejorada del exitoso caballo de batalla Atlas V de ULA, que se está eliminando gradualmente junto con el Delta IV de la compañía. La compañía de cohetes de Jeff Bezos, Blue Origin, proporcionó los dos motores principales del Vulcan.
Además de los experimentos de vuelo para la NASA, Astrobotic creó su propio negocio de transporte de carga, empaquetando el módulo de alunizaje Peregrine de 6 pies de altura con el Proyecto ‘Colmena’, primero de su tipo en América Latina, que pretende llevar a la superficie lunar cinco micro-robots desarrollados con tecnología “orgullosamente mexicana”.
La Agencia Espacial Mexicana (AEM) explicó que buscan hacer una demostración tecnológica de desplegarse en la superficie lunar y conectarse electrónicamente, reconociéndose entre sí, para luego ensamblar un panel que pueda generar energía.
El hecho de que se enviaran restos humanos al llamado ‘satélite natural de la Tierra’ hizo que la Nación Navajo intentara retrasar el lanzamiento, ya que para ellos es “una profanación profunda” que haya restos humanos allí, pues la Luna es venerada por los nativos estadounidensens. Thornton dijo que los intentos de la Nación Navajo por detener el lanzamiento llegaron demasiado tarde, pero que intentará encontrar “un buen camino a seguir” con ese pueblo originario para futuras misiones.