Durante mucho tiempo hemos estado viviendo en un mundo donde cada estornudo, cada picazón en la garganta o tupición de las vías nasales pone a pensar a las personas. ¿Es COVID-19? ¿Es sólo un resfriado?
Para un número creciente de adultos en sus 30, 40 o 50 años, esos síntomas están resultando ser las señales de algo con lo que no habían tenido que lidiar antes: las alergias de temporada.
“Lo que veo es gente que viene por primera vez, especialmente en los últimos cinco o siete años”, explicó el doctor Clifford Bassett, alergista de NYU Langone Health, en Nueva York. “Siempre dicen: ‘No entiendo cómo esto me está pasando a mí”, señaló.
La doctora Michelle Pham, alergista e inmunóloga en UCSF Health, en San Francisco, ha notado la misma tendencia.
No está claro cuántas personas están experimentando la alergia al polen por primera vez, aunque los Centros para la Prevención y Control de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) reportaron recientemente que cerca de un cuarto de los adultos en Estados Unidos tuvo alergia de temporada en 2021, la primera vez que los CDC recopilaron datos sobre las alergias de temporada en adultos.