Los cinco tripulantes a bordo del sumergible Titán eran de diferentes nacionalidades.
Entre sus historias destacan las de un padre y su hijo de Pakistán que viajaban juntos. El joven de 19 años le había confesado a su tía que el viaje lo aterraba, pero que acompañaba a su papá, fanático del Titanic, como un regalo del día de los padres ese domingo 18 de junio, cuando fallecieron.