Los líderes mundiales deberían dedicarse a reducir “el riesgo de extinción” que supone la Inteligencia Artificial, pidió un grupo de industriales y expertos del sector tecnológico.
El comunicado, de apenas una línea, fue firmado por docenas de especialistas, incluido Sam Altman, cuya empresa OpenAI creó el robot conversacional ChatGPT el año pasado, que permite crear obras de arte o literarias, ensayos y mantener un diálogo con un ser humano sobre cualquier tema.
La Inteligencia Artificial debería ser “una prioridad mundial junto a otros riesgos para la sociedad como las pandemias o la guerra nuclear”, explicó el texto.
Los críticos de la inteligencia artificial alertan de la posibilidad de que un algoritmo pueda adueñarse de actividades esenciales para una sociedad, como el suministro de energía o la defensa.
Además, los robots conversacionales y otras aplicaciones de la IA podrían provocar la pérdida de millones de puestos de trabajo.
Hace dos meses otras personalidades, como el multimillonario Elon Musk, firmaron otra carta pública en la que pedían una pausa en el desarrollo de la IA hasta poder garantizar su total seguridad.