La muerte en mayo de Anadith Tanay Reyes Álvarez, de 8 años, fue “una tragedia evitable” derivada de “la deficiente toma de decisiones por parte del personal sanitario” de la CBP.
La Patrulla Fronteriza no dispone de protocolos para evaluar las necesidades médicas de los menores migrantes que llegan a Estados Unidos con enfermedades preexistentes, según un informe independiente publicado este martes sobre el fallecimiento en mayo de una niña panameña de 8 años que estaba bajo custodia federal.
Según el reporte, la muerte de Anadith Tanay Reyes Álvarez fue “una tragedia evitable, derivada” de fallos en “los sistemas médicos y de custodia de menores” del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, en inglés), que incluye a la Patrulla Fronteriza.
Este informe independiente es el último hallazgo condenatorio en la muerte el 17 de mayo de la niña cuando llevaba nueve días detenida junto a su familia en la estación Harlingen (Texas), en el Valle del Río Grande, uno de los corredores más concurridos de migrantes.
Reyes Álvarez sufría una enfermedad cardiaca congénita, de la que había sido operada hacía tres años, y anemia falciforme, una anomalía genética hereditaria.
Una investigación interna de la CBP reveló que el personal médico de la Patrulla Fronteriza se negó a revisar el expediente de la niña.