En el Valle del Río Grande, los hospitales están experimentando un aumento sin precedentes en la cantidad de pacientes, lo cual está generando una gran presión en los servicios de ambulancia.
René Pérez, Director de Transporte de South Texas Emergency Care, ha expresado su preocupación por el transporte de pacientes que podrían ser atendidos en consultorios médicos. Según Pérez, los paramédicos están recibiendo numerosas llamadas para casos que no constituyen emergencias reales, lo que provoca una sobrecarga en las salas de emergencia de los hospitales.
“Normalmente, los hospitales utilizarían la sala de emergencias para retener a esos pacientes, lo cual podría resultar en que algunos de ellos permanezcan allí durante varios días”, señaló Pérez.
Debido a la ocupación de las salas de emergencia, los paramédicos se ven obligados a esperar la disponibilidad de camas, lo cual puede demorar hasta dos horas y media.
“Esto también provoca retrasos en las ambulancias, ya que debemos esperar a que se liberen las camas. Esto afecta la capacidad de las ambulancias para responder a otras emergencias del 9-1-1”, agregó Pérez.
Wesley Robinson, director de enfermería del Harlingen Medical Center, informó que, aunque julio suele ser un mes tranquilo para el centro médico, este año ha sido diferente.
“Estamos a punto de duplicar la cantidad promedio de admisiones de pacientes en comparación con el año pasado. Actualmente, todas nuestras camas están ocupadas todos los días. Por lo tanto, estamos trabajando en la creación de más puntos de atención médica alternativos al departamento de emergencias”, explicó Robinson.
Una forma de aliviar la presión sobre el personal de servicios médicos de emergencia y las salas de emergencia es instar a las personas a utilizar el número de emergencia 9-1-1 solo en situaciones de verdadero peligro.
En los casos en los que no haya riesgo para la vida, Pérez aconseja a los pacientes que esperen a ver a su médico en lugar de acudir a la sala de emergencias.
“Vemos a muchos pacientes que llegan con síntomas de un simple resfriado o gripe común. Estos pacientes ocupan valioso espacio en la sala de emergencias, lo cual es preocupante en este momento”, afirmó Pérez.
Robinson señaló que el Centro Médico de Harlingen ha experimentado un aumento considerable de pacientes este verano y que están tomando medidas para prepararse para el invierno y la temporada de gripe, que normalmente conlleva un aumento de la demanda médica.
“Nuestros planes se están centrando en cómo enfrentar el invierno si ya estamos tan ocupados en julio. También estamos considerando cómo nos afectará el regreso de los ‘Winter Texans’ al Valle y cómo nos prepararemos para la temporada de gripe invernal”, concluyó Robinson.