La Constitución de Estados Unidos no dice nada sobre si alguien que se encuentra imputado de cargos criminales o ha sido condenado por un crimen, puede ser presidente del país. Muchos consideran extraño que alguien pueda ejercer el cargo desde la cárcel.
Un gran jurado de la ciudad de Miami, convocado por el fiscal especial Jack Smith, convirtió el jueves a Donald Trump en el primer expresidente de EEUU en ser acusado de un crimen federal.
La histórica acusación llega cuando nueve precandidatos, incluyendo a Trump, se disputan la nominación del Partido Republicano para las elecciones presidenciales de 2024.
Aún no se conocen los detalles de la imputación criminal federal contra el expresidente, pero varios reportes indican que se le acusa de al menos 7 cargos, incluyendo el delito de obstrucción de justicia.
Los cargos que le impondrán a Trump formalmente el martes en Miami, no impiden que el expresidente continúe su esfuerzo para regresar a la presidencia, al igual que no lo haría una condena por los delitos de los que se le acusa.
Según Stefanie Lindquist, profesora de la Fundación de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad Estatal de Arizona, la Constitución establece que para ser presidente de Estados Unidos solamente hay que ser mayor de 35 años y ciudadano del país por nacimiento.
“La Constitución no requiere que el presidente esté libre de acusación, condena o prisión, por lo que se deduce que una persona acusada o en prisión puede postularse para el cargo e incluso puede servir como presidente”, dice Linquist en el artículo escrito para The Conversation, en el que añade que “este es el estándar legal prevalente que se aplicaría al expresidente Trump”.
La imputación no solo no inhabilita a Trump como candidato presidencial, hay quienes creen que podría beneficiar a su campaña.
“A corto plazo energizará a la base republicana y la animará mucho”, dijo Mike Madrid, un antiguo director político del Partido Republicano y presentador del podcast The Latino Vote (El Voto Latino), en referencia a la acusación contra Trump.
La noticia de la acusación afianza a Trump en el punto focal del partido, y le roba el protagonismo a los recientes precandidatos declarados entre los que se encuentra el gobernador de Florida, Ron DeSantis y el exvicepresidente Mike Pence, lo que representa un enorme avance para Trump después del desastroso desempeño de sus candidatos en las elecciones de mitad de término lo que afectó temporalmente su prestigio dentro de la base republicana.
Trump usó la noticia de la imputación de cargos federales en su esfuerzo de recolección de fondos de campaña. A los 20 minutos de darse a conocer la noticia, su campaña envió un email de recaudación de fondos a sus seguidores donde decía que había sido acusado y pidiendo apoyo financiero.