Aileen Cannon, quien nació en Colombia de madre cubana, fue designada por el expresidente y ya falló a su favor antes. Ahora tiene “por azar” el caso de los papeles secretos.
La acusación federal contra Donald Trump, revelada el viernes, estuvo llena de nuevos relatos sorprendentes sobre cómo el expresidente presuntamente manejó mal la información clasificada. Pero la revelación de quién supervisará el caso podría presentar una serie de desafíos particulares para el Departamento de Justicia.
La jueza Aileen Cannon, una exfiscal de origen colombiano y madre cubana de poco más de 40 años que pasó dos años y medio en el tribunal, fue designada por Trump y falló repetidamente a su favor en un caso relacionado. Ahora supervisará un juicio que, según los expertos, podría influir en la confianza del público estadounidense en la imparcialidad del sistema judicial en los años venideros. Cannon guiará la rapidez con la que el caso va a juicio, supervisará la selección de los miembros del jurado y determinará qué pruebas se pueden presentar al jurado.
Stephen Gillers, profesor de ética jurídica en la Facultad de Derecho de la Universidad de Nueva York, predijo que sería un proceso justo. Pero dijo que las afirmaciones del expresidente de que está siendo procesado selectivamente y perseguido políticamente podrían socavar la confianza pública en la imparcialidad de los tribunales, el Departamento de Justicia y el FBI.
“Este será el procesamiento más importante y más observado en la historia de Estados Unidos”, dijo Gillers. “¿Aceptará una cantidad suficiente del público el veredicto, sea cual sea? ¿O verán cualquier resultado como político? Las respuestas a esas preguntas son tan importantes como el veredicto”.