El informe publicado por el diario Houston Chronicle, que revela que agentes de Texas están forzando a niños pequeños y bebés lactantes a regresar al río Bravo (conocido como Río Grande en Estados Unidos), ha generado una gran indignación en todo el país.
El representante demócrata Joaquín Castro expresó en Twitter: “Es una política absolutamente monstruosa e inhumana. Se ha ordenado a las tropas del gobernador Abbott que empujen a los niños de vuelta al río Grande para que se ahoguen”.
Beto O’Rourke, exrepresentante demócrata, calificó a Abbott de “matón, asesino y demonio. La gente está muriendo mientras juegas a la guerra contra madres y niños indefensos”.
El también representante demócrata Raúl M. Grijalva declaró: “Esto es inconcebible, inhumano y cruel. Solo un monstruo implementaría una política así”.
El senador Roland Gutiérrez tuiteó: “Permitieron que niños indefensos murieran en Uvalde. No es difícil creer que envíen a niños indefensos a la frontera para que mueran. No se trata de seguridad, se trata de crueldad. Esto es una mierda… y lucharé contra esto con todas mis fuerzas”.
El representante Jimmy Gómez dijo: “Gobernador Abbott, puede pudrirse en el infierno”.
Incluso Hillary Clinton, exprimera dama y excandidata presidencial, expresó su opinión: “Ordenar que empujen a los niños hacia el río. ¡Por Dios!”.
El Houston Chronicle citó un correo electrónico de un policía del Departamento de Seguridad Pública (DPS) que revelaba que los agentes enviados por Abbott para abordar el tema migratorio recibieron la orden de empujar a los niños de vuelta al río y negarles agua, incluso en condiciones climáticas extremas. Hasta el martes, Abbott no ha emitido ningún comentario al respecto.