Los republicanos estadounidenses han incrementado la hostilidad y confrontación hacia México, dejando de verlo como un país aliado para considerarlo un serio enemigo, según un artículo titulado “Cómo México se ha convertido en el ‘enemigo’ de los republicanos de Estados Unidos” de The Economist.
En el texto, se destaca cómo algunos republicanos abogan por un mayor uso de la fuerza militar o su amenaza para controlar la frontera sur de Estados Unidos y frenar el contrabando de fentanilo, un opioide sintético producido ilegalmente en México.
Se mencionan varias iniciativas de políticos republicanos que buscan atacar a México: Michael McCaul, congresista de Texas, busca clasificar el fentanilo como un “arma química”; Lindsey Graham, senadora de Carolina del Sur, propone catalogar a los cárteles mexicanos como “organizaciones terroristas extranjeras”; y Dan Crenshaw y Mike Waltz, congresistas de Texas y Florida respectivamente, promueven el uso de “toda la fuerza necesaria y apropiada” contra personas, organizaciones o estados extranjeros vinculados al tráfico de fentanilo. Además, Ron DeSantis, Gobernador de Florida, sugirió un bloqueo naval de los envíos a México para detener la importación de precursores químicos de fentanilo desde China, y Nikki Haley, ex Embajadora ante la ONU, ha propuesto enviar fuerzas especiales a México.
Estas actitudes han generado preocupación en México, donde muchos sienten que son objeto de ataques políticos por parte de Estados Unidos. El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, ha cuestionado el enfoque militarista y ha advertido que podría instar a los votantes mexicanos e hispanos a no votar por los republicanos.
Encuestas muestran que los votantes republicanos tienen una visión más negativa de México, con solo el 45% viéndolo como aliado, mientras que el 45% lo considera un enemigo. Esta hostilidad se ha reflejado en un artículo del Center for Renewing America, titulado “Es hora de librar la guerra contra los cárteles transnacionales de la droga”, donde el autor, Ken Cuccinelli, argumenta que Estados Unidos debería emprender acciones militares en México debido a la percepción de que el Gobierno mexicano no controla completamente su territorio.
En resumen, los republicanos estadounidenses han aumentado la sensación de animosidad hacia México, lo que ha generado tensiones en la relación bilateral y ha llevado a algunos políticos republicanos a proponer acciones militares contra México.