Rusia afirmó este jueves que Estados Unidos estaba detrás de un supuesto ataque con drones contra el Kremlin que, según dijo, era un intento ucraniano de asesinar al líder ruso, Vladimir Putin.
La acusación, hecha sin citar pruebas, se produce menos de 24 horas después de que Moscú dijera que había frustrado un ataque nocturno con drones contra el edificio que actúa como corazón del gobierno del país y residencia de Putin, algo que Kiev negó rotundamente.
Tres funcionarios estadounidenses declararon el miércoles a NBC News que Estados Unidos no tenía conocimiento previo de ningún ataque. Pero el jueves, el portavoz del Kremlin, Dmitry Peskov, fue más allá y afirmó que Washington había sido el autor intelectual del incidente.
“Somos muy conscientes de que las decisiones sobre este nivel de ataques terroristas no se toman en Kiev, sino en Washington”, declaró en su sesión informativa diaria con los periodistas. “Kiev sólo hace lo que se le dice que haga”, añadió.