Según varios informes, se han hallado los restos de 27 personas en distintas tumbas en la ciudad fronteriza de Reynosa, ubicada en el norte de México, justo al sur de McAllen, Texas.
Algunos de los cadáveres aún conservan tatuajes visibles en partes de su piel, lo que ha permitido a los investigadores identificar a cuatro de las víctimas. No obstante, la mayoría de los cuerpos estaban desmembrados, según informó el líder del grupo de búsqueda llamado “Colectivo Amor por los Desaparecidos en Tamaulipas” (For the Love of the Disappeared).
El descubrimiento tuvo lugar aproximadamente a 4 millas de la frontera en el estado mexicano de Tamaulipas, una región conocida históricamente como bastión de diversos cárteles de droga y grupos disidentes que compiten por el poder y el control del tráfico de drogas y personas en el Río Bravo.
La Fiscalía General de Justicia de Tamaulipas se encuentra investigando el hallazgo de estos cuerpos, que fueron encontrados en 20 fosas en la zona. Según reportes de CNN, algunas de las fosas contenían múltiples cuerpos, lo que sugiere que el lugar pudo haber sido utilizado como sitio de entierro clandestino por pandillas, posiblemente hace solo uno o dos meses.
Es bien sabido que los cárteles de droga y bandas criminales a menudo entierran a sus víctimas en fosas comunes, y en este caso, los cuerpos fueron encontrados a una profundidad de apenas 18 pulgadas bajo tierra.